Se acerca, viene al reclamo directo.
vértigo del hombre que la toca
Imagina que trae el miembro erecto,
que lo roza ya el filo de su boca.
No contiene las ansias de su cuerpo
por un instante piensa que está loca,
desvía la mirada a un punto incierto,
ya le impregna el olor de su ropa
y se halla plenamente al descubierto
la noche se acaba y ella se agota.
Se armó con sugerente lencería,
se depiló hasta el alma con la cera,
se puso un pantalón que la ceñía,
mostraba la esbeltez su cadera
Se escudriñó en su espejo de luz fría
y se vio cual radiante primavera
en el muriente de un sol de mediodía
sin silueta de la sombra certera
que aquel sábado árido rendía.
Y no la besará con sentimiento.
Con eso siempre se sintió cohibida.
Le parecerá mucho atrevimiento
Pero son las reglas de la partida.
La roza y se le licua el pensamiento,
Arde en deseos de ser poseída.
Su ansia es océanos de trasiego .
Si se demora se hallará perdida
caerá presa del vacío luego
Él salió primero, ella lo seguía.
El aire fresco no aplacó su fuego
de sus entrañas harto humedecidas
Él atrajo su pecho con el suyo,
presa en aquella piel desconocida.
su voz era apenas un murmullo,
hilo de saliva.
Se marcharon cogidos de la mano
No la empujaba ni la luna ni la noche,
ni la lógica de amores lejanos.
Lo hicieron rápido dentro del coche.
Después se descubrió medio desnuda,
el pelo revuelto y el rimel corrido,
las bragas extraviadas en la duda.
Él hacía tiempo que se había ido,
cuando la bruma anunció el alba cruda.
Ahora las gotas el semen vertido
entre las piernas son la huella muda
de una guerra que cree haber perdido
cuando el alma se hiela y la piel suda,
todo el cuerpo le olía a sexo frío
Arrancó el coche y sobrevino la oscuridad.
Y un aullido de fieras que en el silencio muerda
el corte límpido de su acerada soledad
seca le hicieron pronunciar la palabra mierda.
Los árboles huían a gran velocidad,
aquella que impele a lo que nunca se recuerda.
Una balada sin voz, una aventura más
una sólita noche de sábado en su guerra
derrumbando sombras que la entierra la eternidad
del placentero y raudo amor en esta tierra perra.
Hoy necesito cambiar de registro, hablar de tristeza, de penas y/o vacíos puede que ayude a soltar lastre pero en cierta medida también es una manera de no alejarse de ella
Hoy necesito sacar polillas del alma,
Mis mejores deseos para este día y para siempre
besos a mares feliz Semana Santa para los que ya se van... a disfrutarla , ok?
En esta mañana de frío sábado me enfundo aquel traje con el que te conocí; hace tanto que te debo tanto... hace tanto que no sé si por cobardía o precaución lo he ido demorando.
Todo tiene un porqué dicen [me digo] y hoy sin corazas, te digo lo que siempre dije , que una luz me llevó a ti, desde ese mismo instante te admiré y te amé como buen amigo, como un buen amor.
A ti que te llevo en el más bello rincón del alma, a pesar de las tormentas, de las ausencias , de las tonteras[como tú dices], te doy las gracias por ser eso que [ya sabes] llamo milagrito.
Y la distancia, esa divinidad que medita en el agua
de los puertos, vuelve al pasado, busca entre sus mitos un ángel sin heridas, una nueva metáfora, algo que no es tu nombre, pero que yo pronuncio desde el fondo
abierto de tus ojos… Luis García Montero
Fotografía: Julia Dunin
El espíritu del mar
regresó de nuevo
a la orilla.
Las olas bramaban;
no es la orilla adecuada
no es el tiempo correcto
aún así el mar se quedó
llenándome de calma
abrazando mi alma.
MaRía
Amazing Artwork done by Christopher Gilbert Part II
Había un pibe que siempre se preguntaba:
¿A dónde van las ballenas cuando se van?
Un día dejó de preguntar y se fue a nadar con las ballenas.
Allá abajo se ve todo al revés,
la superficie es un cristal brillante,
las ballenas vuelan.
El olor del café en la cocina llegó invadiendo la sala de estar.
Observaba , cuidadosamente, todos sus movimientos , sonriendo, bajando en ocasiones un poco la cabeza, por esa vergüenza innata que había adquirido con los años. Se sentía halagado por su bondad, por su cariño que hacía con sus pequeños detalles una vida mucho más placentera.
Casi parecía un niño por su timidez.Muchas veces se la había cruzado el patio del edificio o en el rellano. Su deseo se ahogaba en su vergüenza, y no encontraba la manera de acercarse a ella.
Esa tarde había decidido hacer de su mirada, una mirada menos silenciosa que con el tiempo había terminado convirtiéndose en una especie de intriga y de curiosidad que aumentaban día a día.
La cogió por sorpresa, la invitó a hacerle compañía en un paseo por la ciudad. Estuvo de acuerdo; el casi balbuceando, y asintiendo con excesivo énfasis, se sonrojó cuando ella se rió de su reacción.
Caminaron por las calles de la ciudad envuelta en el atardecer. A esas horas parecía liberarse de la carga del bullicio y del frenético movimiento que ocultaba su verdadera belleza. Esa tranquilidad que la transforma con sus colores y sus sonidos, esos tan profundos que casi nadie escucha.
En esa ciudad era uno de ellos, perdido en su propia soledad; viviendo abrumado por la rutina diaria , la cual hacía que se olvidara de ella. Ahora escuchaba a todos la voz solitaria, hablando con ella y para ella, sintiendo con calma las vibraciones de su alma, esas vibraciones en las que se siente que se puede besar mientras se camina al lado del otro sin hablar.
Ahora, de nuevo, sentado en el sofá, bebiendo café, recordaba esa tarde en la que estuvieron juntos sin dejar que nadie los descubriera ; esa tarde en la que se habían comunicado sólo con el silencio, como si las palabras fuesen demasiado pesadas para ellos, no sabían nada de su vida, pero era como si se conocieran desde siempre.
Sin embargo, era como si ese momento tan íntimo lo habían esperado ambos durante mucho tiempo.
No puedo dormir porque no estoy en mí, sino contigo, en tu casa y los dos desnudos en la misma cama. Y también tú, en estos momentos debes estar sintiendo lo mismo, porque no estás en ti, sino aquí, conmigo, en esta hoguera de soledad y sábanas donde forcejeo con el rebelde cuerpo de tu ausencia. Elías Nandino
Hay personas que son una parte tan importante de nosotros que estarán ahí pase lo que pase, ellas son nuestra tierra firme, nuestra estrella polar y esa voz en nuestro corazón que siempre nos acompañará, siempre... TA.
*La música va de la mano de Marinela [Calados hasta los versos] http://versoscalados.blogspot.com.es/2014/10/el-gramofono-de-este-viernes-nos-trae.html