Me llama el clamor
de tus manos
convencidas de las mías.
convencidas de las mías.
Clamor sin voz
voz sin aliento.
Manos que me contornean
ciertas de mi
La espada que desanuda
evita el tajo y
marmórea lo suspende,
el asombro es el mismo,
Rápida, coloquial
¿donde estamos?
me dice,
me doy vuelta
me doy vuelta
nos abrazamos.
Los colibrís ardiendo se hacen espuma
y entre los matorrales
las antojadizas horas se desvisten
se arropan
se desnudan
se enjoyan
con colores y anticolores según
venga la luz.
El arrebato es cierto,
eres capricho encaprichado
que me astilla en el aire con el dedo pulgar.
La locura me salva
me deshace el asirte
y no mas.
Y la coraza se desconcha..