Mañana 25 de noviembre se celebra el día contra la violencia de género.
Parte de mi vida he estado sometida, no sin saberlo, a un continuado maltrato psicológico.
No es sencillo hablar de lo que una ha vivido, de como se ha sentido y de los millones de veces que he tenido que autojustificarme para aguantar una situación así.
Cada persona es un mundo, y digo persona porque también hay hombres que sufren en silencio el maltrato, seguramente más psicológico que físico, principalmente porque ellos suelen ser de complexión mas fuerte.
En más de una ocasión he escuchado una pregunta
¿El maltratador nace o se hace? ¿Se cura?
No psicóloga, ni quiero leer respuestas que de nada me valen. Sólo sé que cuando me enamoré todos esos celos, esas pequeñas correcciones, esos diminutos "desplantes" no los tomaba como eran: una señal de alerta de lo que después iba a vivir.
Casada con un hombre que siempre fue celoso, sin motivos, me he pasado media vida justificando actos: mi manera de vestir, mi trato con los compañeros, los saludos a personas que él no conocía.
Día a día preguntas que te rompen el corazón, que nublan tu mente y que oscurecen el alma.
La alegría es fingida y en la mirada se nota una infinita tristeza
Y mientras tanto, disimulando con la familia, con los amigos, en el trabajo
Un año y otro, y otro más, esperando a que los niños crezcan y puedas hacerles comprender que todo se ha acabado. Lo intentas y ves en sus caras el desconsuelo de unos papás que no se quieren y aguantas.
Para mi el trabajo era mi refugio y para él , el alcohol su manera de evadirse de esos celos enfermizos que le llevaron a un estado casi vegetativo con el paso de los años.
No quiero, ni puedo repasar todo lo que he escrito hasta este punto, porque es duro recordar, porque todo eso ya es pasado, aunque tanto yo como mis hijos hemos quedado marcados de por vida.
El carácter te cambia, te vuelves introvertido y a veces, todavía a veces el alma sangra letras escarlata.
Hace unos años publique una especie de relato, que ahora , sin revisar, ni leer lo vuelvo a publicar.
Yo me sentí sola, incomprendida cuando decidí a contar mi verdad; ni la familia pensaba que era tan grave, ni los amigos, todos te dan ánimos, todos te apoyan con palabras pero muy pocos con actos.
Hasta que una buena noche, tras múltiples violaciones ( si es fuerte ¿verdad?) me tuvieron que ingresar en el hospital ( una de muchas...), llamaron a mi madre y abandoné la casa donde crié a mis hijos, dos años duros, en los que solamente podía ver a los mayores los fines de semana, a los peques me los llevé conmigo.
Solamente quien ha sufrido sabe que duro es tomar decisiones; de eso ya ha pasado bastante tiempo, pero hay heridas que en la vida se curan, heridas del alma
Voy a cerrar los comentarios, creo que esta entrada es demasiado personal para que se comente, solo pretendo dejar mi testimonio
Un besito y feliz semana
María
Un papel, un recuerdo
15/04/2010
Hace un tiempo se ha ido, revolviendo entre cajones, encontró un papel arrugado, amarillento por el paso del tiempo, emborronado por sus lágrimas.
Suena el despertador, entre la penumbra observo como te levantas, bella con tu melena enredada, un pequeño camisón permite adivinar lo que hace tanto tiempo que no veo. Saltas presurosa, vas la baño, se te ve feliz, más que ir al trabajo parece que vas a una fiesta.
El sonido del agua al caer sobre el suelo de la ducha, me recuerda tiempos felices. Tus labios me despertaban, tus caricias me daban los buenos días.
Todo eso es pasado, sigo esperándote, esperando que salgas del baño; te observo por el rabillo del ojo, contemplo tu desnudez, coqueta siempre eliges tu vestuario con primor, elegante y sugerente. Hoy muchos disfrutaran otro día de tu compañía.
Me doy la vuelta, no quiero que me veas, soy un hombre acabado, otro día me quedare en nuestro lecho, disfrutando del aroma que dejas en las sabanas compartidas, las beso, las huelo, las acaricio, sino te puedo tener, al menos me queda tu aroma y tu calor.
Otra mañana disfrutare de ti,en mi soledad, sin tenerte, te haré el amor sin que tú lo sepas, me abandono al deseo, me acaricio, mi miembro comienza a adquirir esa turgencia antes provocada por tus caricias, besos, miradas.
Comienza un día nuevo, la botella será mi compañía, ella me escucha y calla, no protesta, es suave como, me quema las entrañas.
Se deja acariciar, dominar, la controlo, la muevo a mi antojo.
- Te he sustituido por ella, ¿ Y tú a mí?