Fue entonces que la vida me llevó a sus brazos.
No sé si fue la brisa del mar,
el viento de un desierto extraño
o la soledad de un cuerpo sin dueño.
Ahí me hice ovillo,
deseo, lazo sin nudo,
me hice destino
Conocí la noche ,
sus secretos
en madrugadas sin desvelos .
Su voz moldeaba mis sonrisas
sus silencios despertaban
tempestades en mí cuerpo.
Moldeando a su antojo
el deseo que de su boca manaba
Entonces el mundo giraba ,
sencillamente giraba,
éramos epicentro de tormentas
eramos arrullo
eramos playa y mar
María
13/10/2018
Fotografías: Sefan Gessel