Te seguiré por siempre, callada y fugitiva,
por entre oscuras calles molidas de nostalgia,
o sobre las estrellas sonreídas de ritmos
donde mecen su historia tus más hondas miradas.
.../...
Atenta a lo infinito que en mi vida ya asoma,
con la emoción en alto y la ambición sellada,
te seguiré por siempre, callada y fugitiva,
por entre oscuras calles, o sobre estrellas blancas.
Julia de Burgos
*Mayéutica en griego μαιευτικη significa "dar a luz"
Mi piel tiene memorias de tus manos
recorriendo el desnudo de mi entrega
tiene tu aroma
tu costado tu aliento
tu sabor
tu triunfo
mis derrotas.
Mi piel tiene sonidos de ternuras
vibrando
cada encuentro en la penumbra
tiene tus restos y tus rastros
la luz opaca del deseo
y el rostro del amor
amaneciendo.
Ana María Mayol
Otra vez una página en blanco,
y tanto que sacar de mi interior
de nuevo un espacio, un nombre, una razón
En una soledad buscada
[a la vez obligada]
en la que me siento tranquila,
sin agobios sin prisas,
donde las letras sangran,
son escarlata,
donde la razón se olvida
y priman los sentimientos.
De nuevo comenzar a caminar,
con un placebo que me engaña,
que me susurra ser bálsamo,
que no me hace nada.
Surgirán las palabras enredadas
entre férreos leños en el bosque de la esperanza,
a lo lejos una playa decorada de palmeras,
paisajes imaginaros,
tus huellas en la arena
mi boca besando [tu] mar.
*Sueños*
¿Como se [d]escriben los sueños?
sin que se desmoronen en la punta de la lengua
cuando se leen,
sin romperse cuando se escriben
sin que se evaporen cuando se visualizan
Todas las palabras son reales
y los sueños nunca serán palabras
hay un antes y un después
o un durante
para el momento en que el sueño
se enrosca como una nube de azúcar
y con los ojos cerrados lo saboreamos
en silencio MaRía
Cuando era niña, mi padre y yo teníamos un ritual nocturno. Después de rezar mis veintiún bismalá, él me metía en la cama, me arropaba, se sentaba a mi lado y me quitaba los malos sueños de la cabeza pellizcándolos entre el índice y el pulgar. Sus dedos iban de mi frente a mis sienes, para luego buscar con paciencia detrás de las orejas y en la nuca, y con cada pesadilla que me arrancaba chasqueaba los labios, haciendo el ruido de una botella al descorcharse.
Metía los malos sueños, uno por uno, en un saco invisible en su regazo y ataba su cordel con fuerza. Entonces hurgaba en el aire en busca de sueños felices con que reemplazar los que había quitado. Yo lo observaba ladear un poco la cabeza, con el cejo fruncido y los ojos moviéndose de aquí para allá como si tratara de oír una música distante, y contenía el aliento, esperando el instante en que esbozaría una sonrisa, canturrearía «Ah, aquí hay uno» y ahuecaría las manos para dejar que el sueño le aterrizara en las palmas como un pétalo que caía caracoleando de un árbol.
Y entonces, muy suavemente, pues mi padre decía que todas las cosas buenas de la vida son frágiles y se quiebran con facilidad, alzaba las manos y me frotaba la frente con las palmas para meterme la felicidad en la cabeza.
—¿Qué voy a soñar esta noche, baba? —quería saber yo.
El hombre de acción considera el mundo exterior como compuesto exclusivamente de materia inerte –inerte en sí misma, como una piedra sobre la que se pasa o a la que se aparta del camino; o inerte como un ser humano que, por no poder oponerle resistencia, tanto da que sea hombre o piedra, pues, como a la piedra, o se le apartó o se le pasó por encima.
Fernando Pessoa
El libro del desasosiego
Acabo de perder unas palabras
que no volveré a encontrar
me arden los párpados
mientras mojo las pestañas
verdad , me culpa
el amor se aleja
y la noche me pierde
aunque al menos me queda el frío calor de la perdida
que si lo comparamos con el silencio de la emociones
es ya para hundirme por completo.
Bueno, amor que sepas
que ellas siempre danzan al borde de mi pluma
(palabras)
o al tacto de mis dedos
pero me siento un poco débil de motivos
jure retratar el pecho de la generación que en mi late
jure canalizar la magia de sentirme única en mi soledad
jure amar sin condición
como puedes comprobar mi ortografía no es la mas política.
Soy hija de este occidente materialista,
conozco la magia muy de cerca
no la metafísica (siendo consciente de que soy un alma)
me refiero a este afluente de dudas
que no me deja ser por el hecho de simplemente ser
al caso.
Es muy platónica la afinidad que en ti encuentro
¿me recuerdas?
soy el camino
puedo escribir los versos mas tristes esta noche (Pablo Neruda)
Suena: Nada: Zoè & Bunbury No todos los deseos conducen a la libertad, pero la libertad es la experiencia de un deseo que se reconoce, se asume y se busca. El deseo no implica nunca la mera posesión de algo, sino la transformación de ese algo. El deseo es una demanda: la exigencia de lo eterno, ahora. La libertad no constituye el cumplimiento de ese deseo, sino el reconocimiento de su suprema importancia. John Berger
“En aquella época encontré un extraño refugio. Por casualidad, como suele decirse. Pero esas casualidades no existen. Cuando alguien necesita algo con mucha urgencia y lo encuentra, no es la casualidad la que se lo proporciona, sino él mismo. El propio deseo y la propia necesidad conducen a ello. "