No sé porque continuo soltando el alma, salpicando con astillas de mi corazón las palabras que grito al viento.
No sé porque temí amar a aquel que me brindó su amor.
Grito al viento mis despiertos sentidos y pinto en los colores de mi sueño todas las emociones.
Suelto el pensamiento en tempestades que me asolan y dejo que la brisa transporte lejos toda la pena de este amor que anida en mi pecho.
De mis labios, nacen besos que terminan muriendo en la distancia que separa el Sol de la Luna.
De mi boca brotan los gestos que esperan por sentir la magia de un amanecer y que escribo en las líneas que mi alma traza en las páginas blancas de una vida sin ti.
No sé porque lloro, porque río, porqué sueño y deseo, no se...
Pero voy a seguir soltando fragmentos de este corazón, hasta que un día, un día, aquel que me pueda amar lo logre reconstruir.
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