No ayer no fue un buen día, o tal vez si lo fue. Escuché unas cuantas veces una frase, aquí muy socorrida: Malo será...
Fue día des desvelar secretos, esos que duelen confesar, tarde de disculpas, de esas que jamás tendrán respuesta ni perdón.
Fue noche de lágrimas escondidas en la oscuridad de mi habitación
Día, tarde y noche para pasar página con el dolor de la herida que sin cicatrizar sangra y escuece.
Por mucho que intente disimular, el dolor, no hay maquillaje que lo logre, ni rimel que lo resista, miradas ausentes y otras, las cercanas cómplices de algo que se sabe y no se habla
Ayer, volví a ver, sin querer, cosas del azar, un capitulo que hace un tiempo me hizo pensar, soy romántica y así me va. Intentado disimular estas puñeteras lágrimas que brotan sin permiso, anoté a la antigua usanza ( algo sé de taquigrafía) un discurso de despedida.
Hay una verdad universal, que todos debemos afrontar, queramos o no: Al final todo se acaba.../...
El último día del verano, el último capítulo de un buen libro, separarte de una amiga, pero los finales son inevitables.
Llega el otoño, cierras el libro, dices adiós.
Hoy es uno de esos días, hoy nos despedimos de todo lo que nos es familiar, todo lo que nos resulta cómodo, pasamos página, pero sólo porque nos vamos , y eso duele.
Hay personas que son una parte tan importante de nosotros que estarán ahí pase lo que pase, ellas son nuestra tierra firme, nuestra estrella polar y esa voz en nuestro corazón que siempre nos acompañará, siempre...
Alexis Castle
(último capítulo de la 4ª temporada)
Música de fondo: In my veins (En mis venas), Andrew Belle
Anatomía de un sueño
Para nosotros,
sólo quería un lazo.
Un lazo perfecto
de batista fina
suave y colorido
como nuestros corazones
unidos en la fiebre del amor.
Un bello y hermoso lazo,
de puntas elegantes,
alegres,
simétricas,
tan ligero y delicado como
el aleteo de un colibrí.
Buscaba la desnudez plena y clamorosa
del dulce lazo salpicado de sensualidad,
un lazo que nos ciñese eternamente a los dos
en una sucesión de besos y fructíferos abrazos,
espíritu y materia.
Quería para nosotros, tan solo
la fresca libertad de un lazo al viento.
Un lazo impregnado con el olor a sal
empapada en nuestra propia piel
y la promesa de alcanzar la eternidad
juntos tu y yo.
No quería una visión de bastos adivales
forzando la unión de nuestros yos
no buscaba esa sensación de dolor
cuando un cuerpo inerte sostiene al otro
balanceandose en el abismo
en la oscura agonía del
desencuentro de tus ojos frente a los míos.
No quería gaviotas en tierra, presagio de tormentas,
ni grifos que ensombrecieran de pesadillas sangrientas
mis noches de insomnio.
¡No quería sogas!, ¡Quería lazos!
Lazos preludio de vida de esperanza
atenuando el fardo de los días cenicientos.
Como quería atar este sueño
Solamente para abrazarte