Zenet-En el mismo lado de la cama
Leonard Cohen . Dance me to the end of love
Levantas tu mirada
me ves en la distancia
observas mis movimientos
controlas tus impulsos
Conoces lo que pienso
sientes lo que siento
entras en mi,
adentro,
fundes nuestros deseos
Sonríes y centras la mira
corriges el balanceo
apuntas al corazón
los miedos se evaporan
Miro al horizonte,
noto tu presencia
se que estoy fulminada
espero que me dispares.
Sabes que no me moveré
que espero tu impacto
miras tu pecho
y ves
clavada una flecha.
Ahora,
eres tu quien dispara
suena el tiro,
me has dado
me postro ante ti
contemplas feliz
que tu también
me has dado a mi.
Fundete conmigo,
con pasión
disfrutemos este momento
de deseo,
de lujuria,
de amor
así amantes
tu, y yo
MaRía
RAZÓN DE AMOR
No es sólo la pasión de los abrazos,
la saliva, el aroma, el vértigo, los besos
o el plácido desvelo de la ausencia.
Mi amor es la fábula y la trama,
el relato interior que sigue a cada encuentro,
la glosa que acompaña los adioses,
el minucioso examen de las frases
y el eco que tu voz le pone a mi silencio.
Mi amor es ser feliz y no engañarme
anticipando el daño del negro desengaño,
cuando el sexo se esfume en el recuerdo
remoto y resentido de un orgasmo.
El consentir la calma en las mareas
y atesorar las horas y los días
de la fiesta de luz que celebramos,
del banquete voraz de los sentidos.
Y abolir la frontera de los cuerpos,
detenernos, subiendo la escalera,
a besarnos en todos los peldaños
L.A. (Clarín)
No es sólo la pasión de los abrazos,
la saliva, el aroma, el vértigo, los besos
o el plácido desvelo de la ausencia.
Mi amor es la fábula y la trama,
el relato interior que sigue a cada encuentro,
la glosa que acompaña los adioses,
el minucioso examen de las frases
y el eco que tu voz le pone a mi silencio.
Mi amor es ser feliz y no engañarme
anticipando el daño del negro desengaño,
cuando el sexo se esfume en el recuerdo
remoto y resentido de un orgasmo.
El consentir la calma en las mareas
y atesorar las horas y los días
de la fiesta de luz que celebramos,
del banquete voraz de los sentidos.
Y abolir la frontera de los cuerpos,
detenernos, subiendo la escalera,
a besarnos en todos los peldaños
L.A. (Clarín)