.Desnudando Palabras ©: Noche de reyes

Porque nuestro verdadero reinado

reside en nuestro corazón

Porque sin el vuestro

el mío estaría un poquito más solitario

Gracias mis queridos Reyes & Reinas
de letras y sentires
[vosotros]

La memoria me falla, al intentar revivir aquellas noches de Reyes, cuando era una niña. Sólo recuerdo tener que irme pronto a dormir, sólo el temor de que a la mañana siguiente, al levantarme, unas míseras piedras de carbón me esperaran junto a la chimenea.

Noche de nervios e insomnios, noches de magia solapada por las amenazas mi madre por no haber sido buena durante todo el año, por no haberla hecho caso o sencillamente porque las notas del primer trimestre no habían sido tan buenas como ella quería.

Quiero aclarar, que con los años que han pasado desde mi niñez, no logro comprender aquella actitud de madre severa, siempre lo fue, siempre viví bajo sus amenazas. Intento comprender como puede una madre actuar de esta manera. Aún así la quiero.

Con los años me convertí en madre, de cuatro hijos. Hice en algunos momentos un gran esfuerzo económico para que esa noche fuera mágica. Cuando el dinero escaseaba, hacia auténticas cábalas para que tuvieran todo lo que pedían, que no era mucho la verdad.

El que por aquel entonces era mi esposo, siempre se desentendió de todo aquello que tenía que ver con esta noche. Reconozco que me fastidiaba pero ellos eran lo importante, nunca permití que una mala relación influyera en su educación y sobre todo que se sintiesen felices.

Recuerdo esos años, cuando mis hijos eran pequeños, la cara de felicidad, de asombro, risas entre lágrimas, nervios por abrir uno, dos, tres, cuatro, .... regalos...

El ritual de dejar los zapatos bajo el árbol, el agua para los camellos, el licor y los mazapanes para los Reyes...

Tal día como hoy sobre la una de la madrugaba subía al desván a recoger todos sus regalos, noches de insomnio para montar aquellos juguetes que era un verdadero coñazo , como por ejemplo playmobil, o los garajes, o la mesa de su primer ordenador. Noche de insomnio con una sonrisa en mi rostro imaginando sus caritas .

Hoy todo ha cambiado, mis hijos ya no viven en casa, la magia en cierta manera ha desaparecido, aunque sigo manteniendo mi tradición, la de que nunca sepan lo que se van a encontrar cuando lleguen mañana a casa para recoger los Reyes.

No llego a entender que se rompa la magia, preguntado :

¿Que quieres?

¿Que necesitas?

Las respuestas suelen ser siempre las mismas, por prudencia o por que no hay nada que se necesite, en esta sociedad consumista, todos, en la medida de nuestras posibilidades ,compramos lo que necesitamos o lo que nos apetece, por darnos simplemente un capricho de vez en cuando.

Pero lo más importante, lo que nunca llegamos a pedir, es el amor, el cariño, que sigamos siempre unidos, que la familia no se rompa y amarnos hasta el fin de nuestros días.

Esas palabras que pocas veces pronunciamos y que casi nunca decimos a los que llevamos en nuestro corazón.