Estamos programados para creer en lo que no existe,
porque somos seres vivos que no quieren sufrir.
La elegancia del erizo
[Muriel Barbery]
El buró necesitaba ser abierto
dejar escapar las letras que guardaba tiempo atrás,
volaron por la habitación buscando un mejor refugio.
Tinta derramada consolaba
el corazón de una joven perdida en un mundo real;
la fantasía buscaba una ventana
para contaminar los alrededores.
Se levantó,
busco en su mochila,
busco en su mochila,
encontró un ciento de hojas blancas,
las colocó en el piso,
la tinta haciendo letras buscaron el papel,
hermosos pero tristes versos se compusieron;
lágrimas brotaron inundando el lugar,
palabras plasmadas huían de la humedad,
volaron creyendo no encontrar abrigo en aquel sitio,
letras negras goteaban,
se deshacían...
MaRía