Ahora mi corazón es un lobo,
difícil de alimentar y difícil de amar.
Pero te necesito como en un proyecto
para convertir palomas en árboles.
Ahora mis ojos quizás agradecidos,
no encuentran su lugar,
pero sé que estás ahí.
Llega el ocaso,
sin previo aviso
corro el riesgo de permanecer presa
en la hora en que me pienso
ligada a un tiempo que no pasa
la penumbra se instala en mi alma.
No importa el paso de las horas
el paso de los días
en mi, anochece siempre al revés
en el silencio, cuando todos duermen
rememoro momentos pintados de sonrisas
Las estaciones carecen de orden establecido
invierno, cuando me faltas,
un perro, a lo lejos ladra
mientras el madrugador gallo, canta.
Veo las huellas del pasado
en el polvo de las calles
en el balcón el ramo de flores
que nunca llegó.
y tal vez, ya sea otoño
porque caen hojas del calendario.
En mi regazo anidan
sueños que adormecen
el frío entra por la ventana
provocandome un escalofrío.
Amanece otro día
y yo, presa de este mi tiempo
sin previo aviso, adormezco al alba
recordando que un día fui día.
ℳaRía
Todos pensamos de diferente manera
cuando estamos hambrientos y cansados.
Cuando nos sentimos diferentes
de lo que anteriormente fuimos.
Todos tenemos dos espadas.
Una es de oro macizo,
la otra está hecha de trocitos
afilados de nuestro amor.
El invierno interior nos deja acurrucados o nos azuza a buscar calor, todos vemos lo mismo y lo miramos diferente, y no sé si quiero una espada de oro o de trocitos, puede que no quiera ninguna.
ResponderEliminarTe he leído dos veces, la segunda imaginando que no sé quién eres y duele menos. Un abrazo y un aplauso
Cuando los sentires nos ponen de revés las horas,el tiempo,las estaciones...
ResponderEliminarCurioso lo de las dos espadas...y qué haremos con ellas?
Besos y aullidos!
Bien, ahora ya no es para darle en el cielo del paladar, es para matarle directamente, yo no he escrito así de bien en mi puñetera vida.
ResponderEliminarA veces en las horas insomnes, con la oscuridad, es cuando se nos agolpan todos esos recuerdos, es cuando sentimos el vacío de lo que no tenemos, pero sabemos con certeza qué necesitamos para llenarlo, es cuando más claro lo vemos todo. Yo no tengo una espada, sólo una rama de bambú, que en ocasiones los huracanes golpean, pero sé que al final se pondrá de nuevo de pie, sin romperse.
Un placer leerte.
Besos
Such a hot, sexy video. (Just like YOU.)
ResponderEliminarThanks for starting my day . . .
😜xx
Un viento polar pasa, pero una estación helada en el interior... Crea cierta escarcha que provoca el letargo de los sentidos.
ResponderEliminarQué bonito y evocador poema, preciosa.
Mil besitos, María.
Ir en contra de las estaciones es mi sino a veces, estaciones internas, mis propios demonios,mis propias diosas, sin duda, estamos embarcadas en una especie de barca que nos va llevando a veces a la deriva,sin timón ni dirección.
ResponderEliminarel invierno del corazón sin duda es el más doloroso, el que nos hiela,a pesar de que afuera sea verano.
Y no solamente el desamor, sino también el tiempo..., nos cambia.
ResponderEliminarBesos
Siempre amanece, mi querida amiga… Aun a pesar de esas huellas imborrables, de la oscuridad que se despunta en los sueños y en cada madrugada… Siempre amanece… Y el frío invernal, deja paso a la calidez de la primavera, haciéndonos florecer, de nuevo…
ResponderEliminarPreciosas letras, bañadas en un profundo sentir…
Quiero dejarte mis más sinceros deseos de felicidad para ti y los tuyos, en este año que nos comienza… GRACIAS, por ser y estar…
Un placer volver a sentir(te) y deleitarme, con tan bellas presentaciones…
Bsoss y cariños gigantes!! ♥
Pura nostalgia, efectos invernales que atrapan.
ResponderEliminarBesos dulces Coté.
Qué triste y bella melancolía...
ResponderEliminarQué triste y bella melancolía...
ResponderEliminarQué mal se pasa en esos momentos... Besotes!!!
ResponderEliminarMe has dejado sin palabras, me ha encantado y has hecho que despierte la nostalgia en cada una de las letras de tu poema.
ResponderEliminarUn desorden de estaciones aparecen en mi vida, al anochecer de un verano caluroso, he sentido que se me helaba el alma al recordar su partida y ver mi casa vacía.
Cuanto más lo leo, más me identifico con él.
Con la añoranza a flor de piel, quiero enviarte un fuerte abrazo con mis cariños.
kasioles
Es de una belleza estremecedora, te dejo un beso tierno y el entornar de mis parpados al finalizar la lectura de tu publicación .
ResponderEliminarUn fuerte abrazo querida MaRia.
María, siempre me emocionas por la profundidad de tu alma y estas imágenes que me descolocan la conciencia y me llevan a otros mundos imposibles de describir, pero que reconfortan.
ResponderEliminarUn abrazo, MaRia.
Esperemos siempre ese nuevo amanecer, me niego a creer que en tu alma se ponga el sol. Todo mi cariño desde este Sur
ResponderEliminarRecordando que un día fuiste día......Conozco bien ese sentimiento, María. Solo puedo decirte que se vuelve una a sentir día, otros días, distintos días. Pero al fin y al cabo, día.
ResponderEliminarDeseo que pasen pronto los trocitos de espada.
Tus sentimientos hablan por ti y la primavera siempre llega.
Un beso desde mi orilla.
Viva el desorden frente a lo establecido.
ResponderEliminarBonitos retazos has escrito,María,y me hacen pensar en esos dias que no son mas que dias, que no pasa nada,que la noche nos hace pensar y sentir ,tal vez en la soledad,que el tiempo a veces cansa ,agota...en su vacío.
ResponderEliminar!la penumbra se instala",qué buena imagen literaria has elegido.
Besucos María,llegarán los ramos de flores
Gó
Ahora tu corazón, es una razón poderosa para amar. Saludos María, un placer leer
ResponderEliminarEse perro y ese gallo son las voces del nuevo día, de otras sensaciones,
ResponderEliminarque quizás alejen el invierno de la noche y el frío en el alma.
Precioso poema, María.
Un enorme abrazo, bien tibiecito.
Amanece todos los días
ResponderEliminarY hay que levantarse
Besos
Lobo corazón, que se hizo solitario quizás vive solitario con el recelo, con el miedo de no saber corresponder, salir de invierno del desamor dejar que esa paloma que sabe que sus sueños viven en el vuelo, estienda sus raíces en un amor que no avance, que se estanca en un tiempo indefinido, en el miedo devorador de un corazón latiendo por volver a vivir en días de brillante amor.
ResponderEliminarTu poesía, eriza la piel.
Somos lobo hambriento sentenciando luz con sombra que el reverso amó. Porque no se puede aullar a lo que no existió.. O quizá si. Porque el aullido va en lo profundo de ilusión y decepción.
ResponderEliminarMi abrazo siempre al aullido de tus letras. Suave brisa que reconforta y refresca
El invierno, si se nos instala dentro, puede ser tan feroz como un lobo, pero podemos domesticarlo o intentarlo al menos.
ResponderEliminarBesos poetisa.
Por suerte sale el sol cada día, sí.
ResponderEliminarMe ha encantado todo, la forma de expresarlo, las fotos, todo. Gracias, un beso MaRía.
Un poema verdaderamente lleno de tristeza, incluso diría qué, angustioso, como un frío penetrante desolador.
ResponderEliminarUn beso, María.