en el olor a humo que ella tenía en las axilas
y que se le había quedado bajo el pellejo
Cien años de soledad [García Marquez]
que anuncia el despertar de la aurora
impregnado el sabor del beso
rompiendo luces nocturnas.
Errante entre los dedos
es trovador de deseo
labrando caricias
en mi esfinge desgastada.
© MaRía