Sí, sí, por lastimado y jodido que uno esté, siempre puede uno encontrar contemporáneos en cualquier lugar del tiempo y compatriotas en cualquier lugar del mundo.
Y cada vez que eso ocurre, y mientras eso dura, uno tiene la suerte infinita de sentir que es algo en la infinita soledad del universo: algo más que una ridícula mota de polvo, algo más que un fugaz momentito.
Fragmento del Libro de los abrazos de Eduardo Galeano
Besos a mares
y feliz noche
MaRía