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Acercan sus orillas ...

martes, 17 de enero de 2017

Lar

           La casa se llenó de amor. Aureliano lo expresó en versos que no tenían principio ni fin. Los escribía en los ásperos pergaminos que le regalaba Melquíades, en las paredes del baño, en la piel de sus brazos, y en todos aparecía Remedios transfigurada: Remedios en el aire soporífero de las dos de la tarde, Remedios en la callada respiración de las rosas, Remedios en la clepsidra secreta de las polillas, Remedios en el vapor del pan al amanecer, Remedios en todas partes y Remedios para siempre.


Es un deseo tácito,
como el humo que embelesa el aire,
olor que evoca recuerdos,
que quema mis ojos 
hasta hacerlos llorar
es como intentar acariciar
un amor en la distancia.

Un sentimiento
en el que te sumerges
es fuente de felicidad
calor de hogar
una pasión para vivir

© MaRía