Ahora mi corazón es un lobo,
difícil de alimentar y difícil de amar.
Pero te necesito como en un proyecto
para convertir palomas en árboles.
Ahora mis ojos quizás agradecidos,
no encuentran su lugar,
pero sé que estás ahí.
Llega el ocaso,
sin previo aviso
corro el riesgo de permanecer presa
en la hora en que me pienso
ligada a un tiempo que no pasa
la penumbra se instala en mi alma.
No importa el paso de las horas
el paso de los días
en mi, anochece siempre al revés
en el silencio, cuando todos duermen
rememoro momentos pintados de sonrisas
Las estaciones carecen de orden establecido
invierno, cuando me faltas,
un perro, a lo lejos ladra
mientras el madrugador gallo, canta.
Veo las huellas del pasado
en el polvo de las calles
en el balcón el ramo de flores
que nunca llegó.
y tal vez, ya sea otoño
porque caen hojas del calendario.
En mi regazo anidan
sueños que adormecen
el frío entra por la ventana
provocandome un escalofrío.
Amanece otro día
y yo, presa de este mi tiempo
sin previo aviso, adormezco al alba
recordando que un día fui día.
ℳaRía
Todos pensamos de diferente manera
cuando estamos hambrientos y cansados.
Cuando nos sentimos diferentes
de lo que anteriormente fuimos.
Todos tenemos dos espadas.
Una es de oro macizo,
la otra está hecha de trocitos
afilados de nuestro amor.